Reflexiones de aqui y de mas alla...

Ya Bangkok nos habia dejado con una sensacion extrania al despedirnos. Es una ciudad muy agitada. Mucha gente, muchos tuk-tuk, muchos autos, bicicletas, mucho de todo. El calor es agobiante, entonces el mas minimo paseito te hace chorrear litros de transpiracion. A este calor se le suma el hecho que no pudimos visitar ninguna islita, entonces tremendo calorazo en plena ciudad se hace pesadito vio?

Bangkok entonces nos dejo con una mezcla de amor y odio, de encanto y fastidio. De a ratos estas todo pegoteado con diez mil personas mas, pero esta buenisimo porque estas en el mercado, de a ratos estas pegoteado con diez mil personas mas y lo odias porque estas en el metro y lo unico que queres es salir (aun sabiendo q afuera hace calor y los subtes, todos, tienen aire acodicionado).

Delhi nos dejo una sensacion rara...llegamos y creimos que al dia siguiente asimilabamos la ciudad y listo, pero no...Al dia siguiente seguiamos extraniados y no lograbamos que la ciudad se nos hiciese carne como nos venia pasando con los otros lugares. A medida que paseabamos y conociamos las diferentes ciudades nos ibamos adueniando de los espacios y nos resultaba cada dia mas familiar. Con Delhi no pudimos, no nos la pudimos adueniar. La recorrimos, conocimos muchos lugares, pero no la sentimos de la misma manera que llegamos a sentir los otros lugares.  

Claramente en un viaje como este no hay lugar para arrepentimiento alguno, por eso no nos arrepentimos ni un poquin haber visitado una ciudad tan...grande, avasallante, ruidosa (que ruidosa!!!), colorida, descolorida, con olores, ricos y feos; con vacas y cebues por la calle, con toneladas de gente y basura mires por donde mires (aunque no en todos los barrios). Mucho menos podemos arrepentirnos habiendo visto una de las maravillas del mundo, cierto?!?!  



Volveriamos a Delhi?...si, definitivamente si!